El concurso "Arte de vivir andalusí y su reflejo en la cerámica, la orfebrería y la joyería" representó para los docentes y alumnos de las selectas escuelas participantes la oportunidad de conocer y utilizar los hallazgos técnicos y estéticos de la cultura islámica, que también transmitió las grandes culturas clásicas y los tesoros de Oriente. Un patrimonio multicultural que había surcado el Mediterráneo en viajes de ida y vuelta y se había imbricado en las manifestaciones artísticas y culturales del Nuevo Mundo americano, mezclándose con otras culturas.

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Uno de los ilustres miembros de la red, Rafael López Guzmán, nos dijo que "...La cultura islámica, vigente en Marruecos y muy presente en España, se dio en América de forma difusa, si bien estuvo presente desde el mismo momento del encuentro con los colonizadores europeos, en tanto los rasgos mudéjares de la Península Ibérica representaban un híbrido donde tradiciones materiales e inmateriales de origen andalusí estaban asumidas como propias. Siglos más tarde, la presencia del orientalismo en América vino de la mano, entre mediados del siglo XIX y primeras décadas del XX, de una nueva cultura europea que buscaba en el próximo oriente, norte de África y sur de España la estética de lo pintoresco y lo sublime, conjuntamente con los deseos de investigación científica y, cómo no, cierto expansionismo económico y político. Asistimos, por tanto, al momento orientalista del romanticismo que se tradujo en literatura, pintura y libros de viaje que estaban en el origen de esta estética neo árabe."

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El arte de vivir andalusí, así reflejado, se mostró en los productos realizados por los grandes maestros de la artesanía andalusí contemporánea pertenecientes a la comunidad de "Continuadores", que estaban dispuestos a compartir con las jóvenes generaciones de diseñadores y artesanos sus valiosos conocimientos. En la edición 2022, el concurso de diseño "Andalusí Vivo" se dedicó a dos subsectores "Cerámica" y "Orfebrería y Joyería".

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En palabras de María Jesús Viguera Molins, de la Real Academia de la Historia y miembro de esta comunidad, "...En esta aventura nos guiaron sus 'Continuadores', hombres y mujeres dedicados al estudio y difusión, producción y reproducción, rehabilitación e interpretación de los tesoros culturales que al-Andalus produjo, cuya raíz compartimos, y que aparecen perpetuados por artes y artesanías con varias funciones, entre ellas el solaz humano en jardines, adornos, sabores, música... con sus no olvidados protagonistas de esas artes vigentes. Admirable siguió mostrándose la decoración de las construcciones andalusíes, relumbrante su colorido, formas y capacidad artística, con una exuberancia que sobre todo se guardó para los interiores de sus edificios, mucho más austeros al exterior. Con gran acierto decorativo, se alternaron materiales diversos: cerámica, yeso y madera, luz y sombra, y motivos vegetales o atauriques, geométricos y epigrafía. Todo esto, y el resto de la vida cotidiana, requería diversas artesanías utilitarias y ornamentales, con desarrollos extraordinarios y en muchos casos duraderos, vivas gracias a sus continuadores: azulejería, madera tallada y pintada, cerámica, seda, filigrana, cuero, orfebrería..."